Por Víctor Manuel Niño*
Del voto obligatorio a la reelección de Alcaldes y Gobernadores está el paso para la consagración del Estado Autoritario donde predominaría la dictadura de la corrupción y los vicios politiqueros.
Es la cristalización de la corrupción política la aprobación del voto obligatorio, porque si hay una mayoría que no quiere votar y donde el sentido de la democracia es manipulable y la confusión de las gentes por el destino de sus vidas es patente, el voto obligatorio caería en la caricaturización de la democracia. La terrible abstención existente: ¿No es al fin de cuentas opinión? Es al fin de cuentas esta terrible abstención la exigencia implícita ( La palabra “apertura” tiene ya un pobre antecedente) de ampliación de la democracia.
El voto obligatorio coartará la opinión , empresa de la democracia, y en nuestro país le obligaría a desembolsar al Estado una cuantiosa suma por voto . Los politiqueros verían en esto un suculento negocio y se organizarían empresas especializadas en acaudalar votos para su pago por el Estado.
Del voto obligatorio a la reelección de Alcaldes y Gobernadores está el paso para la consagración del Estado Autoritario donde predominaría la dictadura de la corrupción y los vicios politiqueros.
Es la cristalización de la corrupción política la aprobación del voto obligatorio, porque si hay una mayoría que no quiere votar y donde el sentido de la democracia es manipulable y la confusión de las gentes por el destino de sus vidas es patente, el voto obligatorio caería en la caricaturización de la democracia. La terrible abstención existente: ¿No es al fin de cuentas opinión? Es al fin de cuentas esta terrible abstención la exigencia implícita ( La palabra “apertura” tiene ya un pobre antecedente) de ampliación de la democracia.
El voto obligatorio coartará la opinión , empresa de la democracia, y en nuestro país le obligaría a desembolsar al Estado una cuantiosa suma por voto . Los politiqueros verían en esto un suculento negocio y se organizarían empresas especializadas en acaudalar votos para su pago por el Estado.
El voto obligatorio es la cristalización del "confesional ismo" , del Estado intervenido por el "personalismo". Y un Estado Confesional , hace un país de gentes incapaces de pensar por sí mismas. Gentes donde la constante es la picaresca , por la incapacidad de deslindar el propio destino en colectividad. La Patria y la democracia no la da el voto obligatorio ni la reelección de los políticos; sino la concepción de un estado basado en la paz y el progreso social. Los señores liberales están cayendo en el totalitarismo; confundiendo libertad con ansiedad personal; va bien tratando de depurarse (el partido liberal) y dejando a ir a sus eminentes figuras que han montado toldo aparte por no tener sentido del consenso y esto les ha significado una (valga el redundar) una significativa pérdida de poder e influencia que ahora quieren remediar con propuestas irracionales para volver a lo mismo. El deber de los políticos no es el de exigir el voto obligatorio sino el de exigir democracia basada en la paz y el desarrollo social.
• Escritor
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