Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
“Entre las propiedades más características de los estados fallidos figura el que no protegen a sus ciudadanos de la violencia - y tal vez incluso la destrucción- o que quienes toman las decisiones, otorgan a esas inquietudes una prioridad inferior a la del poder y la riqueza a corto plazo de los sectores dominantes del Estado. Otra característica de los estados fallidos es que son estados <>, cuyas cúpulas se desentienden con desdén del derecho y los tratados internacionales. Puede ser que esos instrumentos sean vinculantes para los demás, pero no para el estado forajido .” (Chomsky, 2007, p.49).
La cita con la que se inicia esta reflexión cumple la función de espejo retrovisor para mirar hoy, en plena admiración de la política de seguridad democrática y la consecuente sacralización de Uribe, qué tanto mantiene Colombia de lo que se considera como un estado fallido y cuánto avanzó para considerarse como un estado forajido.
A juzgar por lo que dice María Victoria Duque López (http://www.razonpublica.org.co/), lo de estado fallido se mantiene como una condición que debería hacernos pensar si la continuidad de Uribe en el poder le conviene al país entero, o exclusivamente a ciertos grupos de poder (banqueros, industriales y élites en general).
Es clave que la opinión pública en general reconozca y sepa en dónde radica el interés de algunos (una minoría presentada como mayoría) de perpetuar en el poder a AUV. Estarían contentos con él los industriales y algunos ricos y quizás los beneficiados del programa Familias en Acción y aquellos beneficiados de las ferias presupuestales en las que se convirtieron los consejos comunales de gobierno. Y más aún, es razonable que esa opinión pública empiece a dudar de una política de seguridad que en lugar de generar confianza en las instituciones estatales, terminará por generar miedo y desconfianza, a juzgar por lo ocurrido con los crímenes de Estado, mal llamados ‘falsos positivos’.
Dice Duque López que “Infortunadamente, después de las mejoras que muchos indicadores presentaron durante los primeros años de la seguridad democrática, en el 2008 la situación humanitaria empeoró con respecto al 2007: las masacres aumentaron de 26 a 37, en el primer caso con 128 víctimas y en el segundo con 169; el asesinato de autoridades locales pasó de 15 a 16; el de maestros, de 13 a 27; el de sindicalistas, de 8 a 18, y el de indígenas, de 40 a 66. Así mismo el número de víctimas de secuestro pasó de 427 a 533. Y aún cuando el gobierno afirma que han disminuido los eventos de Minas Antipersonal (MAP) y de Municiones Sin Explotar (MUSE) el número de víctimas civiles no tuvo variación, pues pasamos de 204 a 205. Los ataques a la población civil pasaron de 316 a 347, y el número de militares muertos sigue siendo extraordinario, en 2008 fueron 506. Por lo demás, según cifras oficiales, en el 2008 fueron desplazadas 227.127 personas de manera forzada[2]; y según CODHES, este número ascendió a 380.863”.
¿Cuál es, entonces, el avance que ha logrado el país?; en ¿dónde radica realmente el mejoramiento en el tema de seguridad en un país en donde los ciudadanos asentados en pueblos y ciudades pueden ser víctimas potenciales no sólo de delincuentes comunes(rateros, secuestradores) de las FARC, de los paramilitares y de las propias fuerzas militares? En ¿dónde radica el embeleco de esos cuatro millones y pico de colombianos que dieron su firma para darle vida al referendo que hoy tiene al Gobierno comprando- persuadiendo- a los congresistas para lograr que dicha iniciativa siga su curso para ver si en 2010 los colombianos terminamos votando por la continuidad de Uribe en la Casa de Nari? Embeleco que nos tiene adportas de acabar con el equilibrio de poderes, con la consecuente concentración del poder político en una sola persona, con los riesgos naturales que ello conlleva.
Después de dos administraciones de Álvaro Uribe, realmente ha avanzado el Estado colombiano en materializar exigencias modernas en torno a garantizar la vida y honra de sus asociados. Esa pregunta tiene una respuesta clara: NO. Por lo tanto y siguiendo a Chomsky, aún seguimos siendo un estado fallido[1].
Y si miramos en contexto lo sucedido con el ataque al campamento del criminal de Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano, sostenido en un discutible principio de guerra preventiva, asociado a la doctrina de seguridad de los Estados Unidos, exhibida por el gran país del norte después de los ataques a las torres gemelas, podemos decir, siguiendo a Chomsky, que hoy, además de estado fallido, somos un estado forajido.
[1] Véase también SODARO, Michael J. Política y ciencia política. Capítulo 6, El Estado y sus instituciones.
“Entre las propiedades más características de los estados fallidos figura el que no protegen a sus ciudadanos de la violencia - y tal vez incluso la destrucción- o que quienes toman las decisiones, otorgan a esas inquietudes una prioridad inferior a la del poder y la riqueza a corto plazo de los sectores dominantes del Estado. Otra característica de los estados fallidos es que son estados <
La cita con la que se inicia esta reflexión cumple la función de espejo retrovisor para mirar hoy, en plena admiración de la política de seguridad democrática y la consecuente sacralización de Uribe, qué tanto mantiene Colombia de lo que se considera como un estado fallido y cuánto avanzó para considerarse como un estado forajido.
A juzgar por lo que dice María Victoria Duque López (http://www.razonpublica.org.co/), lo de estado fallido se mantiene como una condición que debería hacernos pensar si la continuidad de Uribe en el poder le conviene al país entero, o exclusivamente a ciertos grupos de poder (banqueros, industriales y élites en general).
Es clave que la opinión pública en general reconozca y sepa en dónde radica el interés de algunos (una minoría presentada como mayoría) de perpetuar en el poder a AUV. Estarían contentos con él los industriales y algunos ricos y quizás los beneficiados del programa Familias en Acción y aquellos beneficiados de las ferias presupuestales en las que se convirtieron los consejos comunales de gobierno. Y más aún, es razonable que esa opinión pública empiece a dudar de una política de seguridad que en lugar de generar confianza en las instituciones estatales, terminará por generar miedo y desconfianza, a juzgar por lo ocurrido con los crímenes de Estado, mal llamados ‘falsos positivos’.
Dice Duque López que “Infortunadamente, después de las mejoras que muchos indicadores presentaron durante los primeros años de la seguridad democrática, en el 2008 la situación humanitaria empeoró con respecto al 2007: las masacres aumentaron de 26 a 37, en el primer caso con 128 víctimas y en el segundo con 169; el asesinato de autoridades locales pasó de 15 a 16; el de maestros, de 13 a 27; el de sindicalistas, de 8 a 18, y el de indígenas, de 40 a 66. Así mismo el número de víctimas de secuestro pasó de 427 a 533. Y aún cuando el gobierno afirma que han disminuido los eventos de Minas Antipersonal (MAP) y de Municiones Sin Explotar (MUSE) el número de víctimas civiles no tuvo variación, pues pasamos de 204 a 205. Los ataques a la población civil pasaron de 316 a 347, y el número de militares muertos sigue siendo extraordinario, en 2008 fueron 506. Por lo demás, según cifras oficiales, en el 2008 fueron desplazadas 227.127 personas de manera forzada[2]; y según CODHES, este número ascendió a 380.863”.
¿Cuál es, entonces, el avance que ha logrado el país?; en ¿dónde radica realmente el mejoramiento en el tema de seguridad en un país en donde los ciudadanos asentados en pueblos y ciudades pueden ser víctimas potenciales no sólo de delincuentes comunes(rateros, secuestradores) de las FARC, de los paramilitares y de las propias fuerzas militares? En ¿dónde radica el embeleco de esos cuatro millones y pico de colombianos que dieron su firma para darle vida al referendo que hoy tiene al Gobierno comprando- persuadiendo- a los congresistas para lograr que dicha iniciativa siga su curso para ver si en 2010 los colombianos terminamos votando por la continuidad de Uribe en la Casa de Nari? Embeleco que nos tiene adportas de acabar con el equilibrio de poderes, con la consecuente concentración del poder político en una sola persona, con los riesgos naturales que ello conlleva.
Después de dos administraciones de Álvaro Uribe, realmente ha avanzado el Estado colombiano en materializar exigencias modernas en torno a garantizar la vida y honra de sus asociados. Esa pregunta tiene una respuesta clara: NO. Por lo tanto y siguiendo a Chomsky, aún seguimos siendo un estado fallido[1].
Y si miramos en contexto lo sucedido con el ataque al campamento del criminal de Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano, sostenido en un discutible principio de guerra preventiva, asociado a la doctrina de seguridad de los Estados Unidos, exhibida por el gran país del norte después de los ataques a las torres gemelas, podemos decir, siguiendo a Chomsky, que hoy, además de estado fallido, somos un estado forajido.
[1] Véase también SODARO, Michael J. Política y ciencia política. Capítulo 6, El Estado y sus instituciones.
Necesitamos reconocer hoy que hay hombres a los cuales Dios está usando y que ellos pueden estar haciendo las cosas un poco diferente. Y esa no es razón suficiente para que yo pueda pensar que ellos están haciendo algo malo. Porque yo reconozco que muchas personas, aunque no están haciendo las cosas como a mí me gusta, sí están haciendo las cosas que Dios quiere que ellos hagan. Y Dios los está usando. Conocemos a muchos a los cuales Dios está usando, pero que no están haciendo las cosas de la forma que yo las hago, , o que a mi me gustaría hacerla.
ResponderEliminarlas obra de algunos¨?mire lo que dice 1 a los corintios, 3__3:13la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
3:14Si permaneciere la obra de alguno , recibirá recompensa.
3:15Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, hay mucha gente que está edificando con heno, y todo el mundo se entera de lo que están haciendo; pero eso es simplemente heno y algún día serán probados, y entonces no habrá ninguna pila de heno porque el fuego lo consumirá todo. Y lo mismo ocurre con la madera y la hojarasca. la palabra de DIOS dice.... Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio
19Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.
3:20Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
1Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.
4:2Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. recomienda no juzgar nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual, dice, aclarará lo oculto de las tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones. Y entonces, cada uno recibirá su alabanza de Dios. Y decíamos que las cosas que se hacen en lo oculto de las tinieblas, serán manifestadas ante Cristo. Esa es la razón, por la cual nosotros tenemos que tener mucho cuidado en cuanto a cómo vivimos,
los errores de las autoridades las arregla solo DIOS, Las persona que está bajo la autoridad de DIOS tiene que darle cuenta a EL, si ellos ignoran esto y actúan en su naturaleza carnal en vez de obedecer a DIOS ellos acarrean juicio para el día de la ira.
Para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Gloríese en el Señor Jesucristo en este día, amigo . ¿En qué se gloría usted? ¿De qué se jacta usted hoy? Está jactándose de los títulos que tiene? ¿De su sabiduría? ¿O lo está haciendo en base a todo el dinero que posee? ¿Está vanagloriándose de su posición o de su carácter? Amigo , usted no tiene de qué gloriarse. Créanos, tampoco yo tengo de qué gloriarme; pero nos podemos gloriar en el Señor Jesucristo. El es todo. El es todo lo que necesitamos hoy. Mi deseo es que usted pueda apreciar eso.
ResponderEliminarConsiderando las circunstancias, quizá no le podamos echar la culpa. El puede ser sincero. Sin embargo, nos imaginamos que los informes que esos políticos nos presentan, especialmente cuando se acercan las elecciones, tienen mucho que ver con el asunto de ser reelegidos a su posición nuevamente. Porque todo lo que él ha hecho a lo largo de su vida, está siempre relacionado con ese asunto de ser elegido a una posición gubernamental.
Ese es el estado en que se encuentran muchas naciones en este momento, lo cual nos entristece en gran manera. Estamos muy alejados de Dios en nuestros días.
Y eso es porque la mayoría continúa siendo un hombre natural. Entonces, no podemos esperar mucho de él. Y probablemente no deberíamos ser demasiado exigentes con él, porque él está haciendo lo mejor que puede. Y esa es otra de las cosas que el político siempre dice; que él está haciendo las cosas lo mejor que puede. Y posiblemente esa sea la única verdad que ha dicho.
sabia usted que...?????Romanos 13:1
1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Nos preguntamos con mucha frecuencia, que va hacer de x o y país, cuando vemos las múltiples reuniones y horas usadas para tomar cualquier decisión en cuanto cual será el grupo o el partido, o el hombre que liderara, dicho país pero nunca vemos a estos grupos antes de sentarse A TOMAR DESICIONES hacer una oración pidiendo a DIOS dirección simplemente por que ellos no cuentan con EL. EL no tiene espacio, ni lugar en esta sala, el hombre NATURAL no puede aceptar que el forme parte en estas grandes decisiones,
ResponderEliminarAhora, cuando uno dice naturaleza nos referimos a ser solo carnales y no espirituales, naturaleza pecaminosa, quiere decir que es propenso o que tiene inclinación a hacer el mal. En realidad, eso es todo lo que nosotros podemos hacer. Llegamos a este mundo como pecadores. Estamos separados de Dios, en una rebelión contra Dios
. Y aún cuando nosotros hacemos el bien, siempre lo hacemos como un acto proveniente de emociones dobles, y siempre tenemos que escudriñar nuestros corazones como creyentes para ver si estamos actuando de esa manera o no; aun cuando estamos tratando de hacer la obra del Señor. Ese es el hombre natural. no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura y no las puede entender.
Hay algunos políticos que tienen planes muy ambiciosos. Cuando uno observa lo que ellos están tratando de hacer, parecería que estuvieran uniendo la utopía y el milenio. Ellos siempre tienen la solución feliz para todos los problemas del mundo. Y por supuesto, las soluciones que ellos tienen dentro de su propio partido político, no beneficia a los otros partidos de la misma nación.
Cuando uno observa los planes que ellos tienen, uno en lugar de alegrarse se desanima y pierde interés. En primer lugar, porque las promesas que se está haciendo no pueden llegar a ser realidad. Y luego, uno reconoce que está escuchando a un hombre natural. El no tiene ningún entendimiento de lo que es espiritual. Por tanto, él no tiene ningún interés en soluciones espirituales para los problemas que enfrenta. Ahora, él puede quizá resolver el problema de las drogas, pero no en una forma espiritual. También quizá pueda resolver la cuestión del desorden y de la desobediencia a las autoridades, pero tampoco lo puede hacer en una forma espiritual. El no tiene ningún conocimiento de eso, no tiene más conocimiento de los asuntos espirituales que lo que puede tener un animal pastando en el campo. Esa es la triste situación en la cual nos encontramos en el día de hoy.
Alguien le preguntó a Gladstone hace muchos años, qué era lo que distinguía a un hombre grande, a un gran hombre de Estado. El dijo: “La marca que distingue a un hombre de Estado, es aquel que conoce la dirección que está siguiendo Dios en los próximos cincuenta años”.
Parece, que nosotros no tenemos muchas de esas personas que conozcan la dirección que está siguiendo Dios. Eso se debe a que el hombre es un ser natural.