Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala. Albert Camus.
Parece ser que del agrio cruce de señalamientos entre los columnistas del diario EL PAIS, Ramiro Bejarano y Alfredo Carvajal Sinisterra, la consecuencia, esperada por demás, era cerrarle el espacio al primero de ellos, en la sección de opinión de dicho medio de comunicación.
Así lo asegura Daniel Coronell, en reciente columna en la revista Semana, quien al final del texto dice lo siguiente: “Toda mi solidaridad con Ramiro Bejarano. La exclusión de su columna del diario El País de Cali priva a los lectores del periódico de una voz brillante y una visión liberal de Colombia y del mundo”. (Tomado de http://www.semana.com/opinion/operacion-clonacion/168933-3.aspx).
Si es así, nuevamente un medio de comunicación en Colombia censura a un columnista por considerar que sus ideas, sus expresiones y su discurso, van en contravía del pensamiento del diario y el de sus intereses.
Si bien hay que reconocer que las empresas mediáticas tienen todo el derecho a tomar decisiones editoriales alrededor de qué publican y a quién, el hecho de cerrarle el espacio a Bejarano por la forma como se refirió al reconocido patriarca vallecaucano, es la clara expresión de una prensa que defiende a una élite que no soporta contradictores, críticas y peor aún, fuertes señalamientos como los que el abogado y ex director del DAS hizo contra el señor Carvajal Sinisterra. Recojo apartes de lo dicho por Bejarano en la columna Respuesta a un momio (sic): “Carvajal se hizo el de la vista gorda con la criminal solicitud de varios empresarios vallecaucanos a Simón Trinidad para que las Farc secuestraran políticos y no industriales, como lo divulgué en mi columna de El Espectador, el 11 de febrero de 2000. No tiemblo ante ataques aleves, como los de este prepotente plutócrata. A diferencia suya y de los de su calaña, no hay un solo acto de mi vida del que no pueda dar explicación” (Tomado de http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/ramiro-bejarano-g/respuesta-momio).
Desconozco si el diario ha dado explicación a lo que parece ser una decisión definitiva a juzgar por lo expresado por Daniel Coronell; igualmente, si existe pronunciamiento alguno de Ramiro Bejarano en respuesta a la decisión editorial del medio regional.
Eso sí, resulta contradictorio que un medio de comunicación pretenda defender la pluralidad de pensamiento y principios democráticos, justamente clausurando el espacio a un columnista crítico.
¿Qué tipo de democracia es la que defiende el diario EL PAIS, cuando al primer asomo de crítica contra representantes de la élite, la decisión es ponerle una mordaza al columnista, que un momento dado incomodó a quienes, en últimas, tomaron la decisión?
Decisiones como estas alimentan el unanimismo y construyen una opinión pública pobre y acrítica, justo a la medida de los intereses de clase de quienes desde distintos espacios de poder, esconden hechos, actuaciones y prácticas que bien deberían discutirse públicamente, tal y como puede colegirse del enfrentamiento entre los señores Carvajal y Bejarano.
En el pasado, este mismo diario censuró al politólogo Hernando Llano Ángel, quien propuso una columna para el espacio brindado por EL PAIS, pero una decisión editorial impidió que su texto fuera publicado y su espacio clausurado para siempre. Eran las épocas del unanimismo ideológico y político impuesto por el entonces Presidente Uribe Vélez, al que el profesor Llano se oponía con rigor y fuerza.
En ese mismo contexto autoritario, el periódico EL COLOMBIANO sacó de sus páginas de opinión al periodista Javier Darío Restrepo, porque en reiteradas ocasiones criticó el régimen uribista. Así registró el hecho la FLIP: “…Para el periodista, esto se debe a que su "'visión de los hechos políticos" no coincide con la del periódico. La FLIP consultó a Restrepo, quien manifestó que desde hacía un tiempo venía haciendo críticas a la gestión del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez y expresando su preocupación por la concentración de poder que implicaría una segunda reelección” (Tomado de http://www.flip.org.co/alert_display/0/225.html).
Otro importante medio de prensa le quitó a una aguerrida columnista la oportunidad de difundir sus ideas y reflexiones. En su momento, EL TIEMPO cerró el espacio a la columnista Claudia López por haber criticado un tratamiento noticioso que ese mismo medio dio a hechos relacionados con el sonado caso de Agro Ingreso Seguro.
La gran prensa colombiana posa de liberal, de democrática, de plural y de defensora de los derechos humanos. Pose que se desmorona con decisiones editoriales como las que aquí se reseñan y que históricamente demuestran que ella misma, la prensa, no sólo censura, sino que se autocensura, cerrando los ojos ante hechos a los cuales una prensa realmente democrática, comprometida, vigilante de la cosa pública, crítica y consciente de su papel en un Estado precario como el nuestro, debería de levantarse para defender a los ciudadanos, en especial a los más vulnerables.
Poco confiable resulta una prensa que censura y cierra espacios a columnistas críticos, que buscan, con sus reflexiones, despertar a unas audiencias, a unos lectores y a una opinión pública adormecidas por la acción mediática, cada vez más al servicio de reducidos y mezquinos intereses.
Esa es la prensa que tenemos en Colombia. Por ello, los ciudadanos deben buscar otras fuentes de información y de opinión, puesto que medios como EL PAIS, EL TIEMPO y EL COLOMBIANO, y en general el resto de los grandes medios colombianos, no sólo desinforman a través de tratamientos noticiosos acomodados e irresponsables, sino que ponen mordazas a las pocas voces críticas que sobreviven a este pensamiento único que los godos insisten en imponernos.
Adenda: debería el periódico EL PAIS confirmar si cerró o no el espacio de opinión a Ramiro Bejarano y explicar por qué lo hizo.
Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala. Albert Camus.
Parece ser que del agrio cruce de señalamientos entre los columnistas del diario EL PAIS, Ramiro Bejarano y Alfredo Carvajal Sinisterra, la consecuencia, esperada por demás, era cerrarle el espacio al primero de ellos, en la sección de opinión de dicho medio de comunicación.
Así lo asegura Daniel Coronell, en reciente columna en la revista Semana, quien al final del texto dice lo siguiente: “Toda mi solidaridad con Ramiro Bejarano. La exclusión de su columna del diario El País de Cali priva a los lectores del periódico de una voz brillante y una visión liberal de Colombia y del mundo”. (Tomado de http://www.semana.com/opinion/operacion-clonacion/168933-3.aspx).
Si es así, nuevamente un medio de comunicación en Colombia censura a un columnista por considerar que sus ideas, sus expresiones y su discurso, van en contravía del pensamiento del diario y el de sus intereses.
Si bien hay que reconocer que las empresas mediáticas tienen todo el derecho a tomar decisiones editoriales alrededor de qué publican y a quién, el hecho de cerrarle el espacio a Bejarano por la forma como se refirió al reconocido patriarca vallecaucano, es la clara expresión de una prensa que defiende a una élite que no soporta contradictores, críticas y peor aún, fuertes señalamientos como los que el abogado y ex director del DAS hizo contra el señor Carvajal Sinisterra. Recojo apartes de lo dicho por Bejarano en la columna Respuesta a un momio (sic): “Carvajal se hizo el de la vista gorda con la criminal solicitud de varios empresarios vallecaucanos a Simón Trinidad para que las Farc secuestraran políticos y no industriales, como lo divulgué en mi columna de El Espectador, el 11 de febrero de 2000. No tiemblo ante ataques aleves, como los de este prepotente plutócrata. A diferencia suya y de los de su calaña, no hay un solo acto de mi vida del que no pueda dar explicación” (Tomado de http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/ramiro-bejarano-g/respuesta-momio).
Desconozco si el diario ha dado explicación a lo que parece ser una decisión definitiva a juzgar por lo expresado por Daniel Coronell; igualmente, si existe pronunciamiento alguno de Ramiro Bejarano en respuesta a la decisión editorial del medio regional.
Eso sí, resulta contradictorio que un medio de comunicación pretenda defender la pluralidad de pensamiento y principios democráticos, justamente clausurando el espacio a un columnista crítico.
¿Qué tipo de democracia es la que defiende el diario EL PAIS, cuando al primer asomo de crítica contra representantes de la élite, la decisión es ponerle una mordaza al columnista, que un momento dado incomodó a quienes, en últimas, tomaron la decisión?
Decisiones como estas alimentan el unanimismo y construyen una opinión pública pobre y acrítica, justo a la medida de los intereses de clase de quienes desde distintos espacios de poder, esconden hechos, actuaciones y prácticas que bien deberían discutirse públicamente, tal y como puede colegirse del enfrentamiento entre los señores Carvajal y Bejarano.
En el pasado, este mismo diario censuró al politólogo Hernando Llano Ángel, quien propuso una columna para el espacio brindado por EL PAIS, pero una decisión editorial impidió que su texto fuera publicado y su espacio clausurado para siempre. Eran las épocas del unanimismo ideológico y político impuesto por el entonces Presidente Uribe Vélez, al que el profesor Llano se oponía con rigor y fuerza.
En ese mismo contexto autoritario, el periódico EL COLOMBIANO sacó de sus páginas de opinión al periodista Javier Darío Restrepo, porque en reiteradas ocasiones criticó el régimen uribista. Así registró el hecho la FLIP: “…Para el periodista, esto se debe a que su "'visión de los hechos políticos" no coincide con la del periódico. La FLIP consultó a Restrepo, quien manifestó que desde hacía un tiempo venía haciendo críticas a la gestión del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez y expresando su preocupación por la concentración de poder que implicaría una segunda reelección” (Tomado de http://www.flip.org.co/alert_display/0/225.html).
Otro importante medio de prensa le quitó a una aguerrida columnista la oportunidad de difundir sus ideas y reflexiones. En su momento, EL TIEMPO cerró el espacio a la columnista Claudia López por haber criticado un tratamiento noticioso que ese mismo medio dio a hechos relacionados con el sonado caso de Agro Ingreso Seguro.
La gran prensa colombiana posa de liberal, de democrática, de plural y de defensora de los derechos humanos. Pose que se desmorona con decisiones editoriales como las que aquí se reseñan y que históricamente demuestran que ella misma, la prensa, no sólo censura, sino que se autocensura, cerrando los ojos ante hechos a los cuales una prensa realmente democrática, comprometida, vigilante de la cosa pública, crítica y consciente de su papel en un Estado precario como el nuestro, debería de levantarse para defender a los ciudadanos, en especial a los más vulnerables.
Poco confiable resulta una prensa que censura y cierra espacios a columnistas críticos, que buscan, con sus reflexiones, despertar a unas audiencias, a unos lectores y a una opinión pública adormecidas por la acción mediática, cada vez más al servicio de reducidos y mezquinos intereses.
Esa es la prensa que tenemos en Colombia. Por ello, los ciudadanos deben buscar otras fuentes de información y de opinión, puesto que medios como EL PAIS, EL TIEMPO y EL COLOMBIANO, y en general el resto de los grandes medios colombianos, no sólo desinforman a través de tratamientos noticiosos acomodados e irresponsables, sino que ponen mordazas a las pocas voces críticas que sobreviven a este pensamiento único que los godos insisten en imponernos.
Adenda: debería el periódico EL PAIS confirmar si cerró o no el espacio de opinión a Ramiro Bejarano y explicar por qué lo hizo.
Exelente articulo, por eso es necesario que existan espasios alternativos, como este y otros tantos... felicitaciones por defender la democracia y la libertad de exprecion
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