miércoles, 8 de junio de 2011

La conciencia Intervenida

Por Víctor Manuel Niño*

Decir que el futbol y el catolicismo son los principales generadores de los nacionalismos (¿Será una contradición en si mismo, la propención del catolicismo al nacionalismo?) no es lo mismo que decir que no queremos que existan la iglesia católica y los partidos de futbol. Decir que se omite a Dios de todo discurso político, no es decir que se es ateo. Criticar al imperialismo mediatico que existe actualmente de la izquierda y la derecha (cuando se dice que no sé es de derecha, inmediatamente lo juzgan como comunista y cuando se dice que no sé es de izquierda, inmediatamente lo juzgan como fascista o títere del capitalismo) es ganarse de inmediato el minucioso odio de conservadores o populistas de cualquier tendencia, incluyendo la tendencia populista catolica; pero no quiere decir que al criticar estas tendencias se esté diciendo que no queremos que existan. Estos extremos nos llevan a los ciudadanos medios, a lo que actualmente es una constanste en las sociedades, a la desorientacion política. Se ha llegado hasta el extremo de erradicar del vocabulario social, la palabra"política" como productora de "corrupcion" u otras delincuencias. La palabra política está tan desgastada como los partidos políticos de vieja rancia que no lograron un deslinde racional entre estos.

La desorientación política desde el punto de vista social, es el caldo de cultivo de los políticos carismáticos y en últimas de todos los autoritarismos. El ciudadano medio, al juzgar desde sus fuentes informativas que toda política es corrupta, opta por el abstencionismo y entra en lo que cabe llamar: "ansiedad de la desorientación". Los miembros de la sociedad se tornan incapaces o indecisos en canalizar su descontento o "resentimiento" . El "resentimiento" es una fuerza social que se debe canalizar y al encontrarse en desorietación se vuelve ansiedad. Entonces "los resentidos" se juzgan en la sociedad de un modo peyorativo, sino despectivo. ( y más si es un intelectual el que es resentido).


El resentimiento y la envidia son fuerzas sociales que deben canalizarse. Una política oscura, fomenta la ansiedad de la desorientación y con ella todas sus consecuencias. Esto quiere decir que estamos socialmente ante el desconocimiento de la función de la política: la política no es una empresa para dar empleos de corbata, o enriquecer a unos cuantos sinverguenzas, sino para dar a las sociedades una organización, una convivencia. Puede sonar candoroso, pero así es y más ante las constantes dogmáticas u ortodoxas que quieren permanencia en el poder. Entonces la palabra política se ha llegado a identificar con la palabra "poder" o lo que es peor "autoritarismo" y no seria casual la aparicion en la historia actual de brillantes figuras carismàticas que tienen la tendencia a acaparar el poder:en el caso de Colombia Uribe velez y en el caso de Venezuela Hugo Chavez; en el caso de Italia Berlusconi y en el caso de Francia Sarcosy. En resumen, esta crisis de desorientación política en las sociedades produce sus caudillos y tiene una causa en el repudio que siempre ha causado la democracia en los dogmáticos, ortodoxos y carismáticos; otra causa en la coacción que quieren ejercer en la conciencia de los ciudadadnos los ortodoxos y dogmáticos. Quitarle el poder a la iglesia católica en la historia de occidente fue una lucha hercúlea que concluyó con la separacion de la iglesia y el estado, lo que se ha cumplido a medias; la iglesia católica jamas ha aceptado "la neutralidad" y hoy por hoy ha recuperado su "poder" ante la "conciencia publica" y la política. La creación de los tres poderes públicos en la sociedades de derecho, ha garantizado cierta neutralidad ante la puja del "ejecutivo" y la sociedad ha resistido a que clausuren uno de estos dos poderes de parte del ejecutivo. La separación de la iglesia y el Estado, ha sido un hecho, pero no ha garantizado la "neutralidad" de la iglesia ante el Estado por el constante intervencionismo de lo que deberia estar en la esfera privada ( los sermones solamente en las iglesias). Lo mismo que la educación ( que deberia ser neutral en el legado de la ilustracion ) que deberia ser monopolio del Estado. Uno de los grandes protagonistas de la constitución del 91, a pesar de su gran acierto, llamó a la iglesia a intervenir en el conflicto interno colombiano.Decir que la iglesia católica y protestante deberia ser neutral ante el Estado (cosa que ganaría el minucioso odio de una mayoria ) no es decir, como dijimos, que no queremos que existan las iglesias y sus cultos); fue una verguenza para colombia en las pasadas eleciones políticas para presdidente (2010-2014) que se haya logrado "satanizar" a los contendores politicos de un lider carismatico de "ateos". Esto revela una conciencia intervenida por el "eclesiasitico": revela un desorientacion entre la esfera privada y la esfera publica; lo que pertenece a la esfera privada, a la libertad personal no debería intervenir en lo que es la esencia de la esfera publica : la neutralidad. Esta confusion que prevalece en el ambito de estas sociedades, desata una desorientacion cuyas sintomas son la intolerancia y la esquizofrenia en las gentes de una sociedad ¿que tiene que ver todo esto con la libertad de conciencia? ¿que te miren como un animal raro por ser ateo, no es una intervención en la libertad de conciencia? ¿una fobia moral como la xenofobia o la omofobia?

*Escritor



1 comentario:

  1. Aunque Colombia no es un Estado confesional, se aprovecha para explotar los sentimientos religiosos como si lo fuera y como pasò en las pasadas eleciones a la Presidencia. Como dice el escritor Egipcio ALAA AL ASWANY (El Pais;23/06/2011)en el excelente articulo :La 'sharía' en un Egipto no confesional:
    ."Un Estado aconfesional democrático es aquel en el que la soberanía reside en el pueblo y en el que todos los ciudadanos son iguales ante la ley independientemente de la religión de cada uno". Si alguien es ateo, pertenece a la esfera de la privacidad y llevar a esto a la repugnancia pùblica es ignorar la sana separaciòon de la iglesia y el Estado

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