La marcha comenzó el martes luego de reiterados atentados contra la vida de pobladores de la región, que dejaron el saldo de al menos un muerto y más de 120 heridos.
Indígenas y campesinos fueron atacados y reprimidos por el Ejército de Colombia y el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD), según informó la Minga Nacional de Resistencia Indígena.
A la violencia desatada contra los habitantes de La María que se congregaron desde el 12 de octubre para reclamar respeto a sus derechos, se suman dos asesinatos más en las últimas horas.
Según las organizaciones convocantes de la marcha, la Fuerza Pública reprimió un grupo de manifestantes indígenas, de la etnia Paez, que iba a sumarse a la columna principal.
Incluso la policía confirmó una de las dos muertes denunciadas por la Minga indígena. El coronel Jorge Cartagena, comandante de la ESMAD, reconoció que desalojaron a más de 500 manifestantes que se encontraban a la altura de Villarrica, en el departamento de Tolima.
No habló de la utilización de armas de fuego, pero fue durante la represión policial cuando Jesús Antonio Nene y Elver Brito, recibieron disparos por la espalda y perdieron la vida.
Indígenas y campesinos, continúan su marcha hacia Cali donde exigirán el cumplimiento de 5 puntos que ya fueron presentados hace cuatro años a las mismas autoridades.
Se trata del acceso a la tierra, el respeto de los derechos indígenas, el cese de la violencia contra las comunidades, el rechazo a los Tratados de Libre Comercio y el repudio a las leyes que permiten la explotación de los bienes comunes.
Además,solicitan a la Fiscalía General de la Nación se investigue, juzgue y sancione a los responsables de las amenazas, hostigamientos y agresiones de estos días.
Por su parte, el premio Nóbel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, hizo un pedido público al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para que respete la movilización indígena.
En el comunicado divulgado por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Pérez Esquivel exigió al Ejecutivo que garantice “la plena vigencia de los derechos humanos”, que, según dijo, son “violados sistemáticamente por el Gobierno”.(PÚLSAR/ONIC/ACIN/Dachi Bedea)
www.agenciapulsar.org
Indígenas y campesinos fueron atacados y reprimidos por el Ejército de Colombia y el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD), según informó la Minga Nacional de Resistencia Indígena.
A la violencia desatada contra los habitantes de La María que se congregaron desde el 12 de octubre para reclamar respeto a sus derechos, se suman dos asesinatos más en las últimas horas.
Según las organizaciones convocantes de la marcha, la Fuerza Pública reprimió un grupo de manifestantes indígenas, de la etnia Paez, que iba a sumarse a la columna principal.
Incluso la policía confirmó una de las dos muertes denunciadas por la Minga indígena. El coronel Jorge Cartagena, comandante de la ESMAD, reconoció que desalojaron a más de 500 manifestantes que se encontraban a la altura de Villarrica, en el departamento de Tolima.
No habló de la utilización de armas de fuego, pero fue durante la represión policial cuando Jesús Antonio Nene y Elver Brito, recibieron disparos por la espalda y perdieron la vida.
Indígenas y campesinos, continúan su marcha hacia Cali donde exigirán el cumplimiento de 5 puntos que ya fueron presentados hace cuatro años a las mismas autoridades.
Se trata del acceso a la tierra, el respeto de los derechos indígenas, el cese de la violencia contra las comunidades, el rechazo a los Tratados de Libre Comercio y el repudio a las leyes que permiten la explotación de los bienes comunes.
Además,solicitan a la Fiscalía General de la Nación se investigue, juzgue y sancione a los responsables de las amenazas, hostigamientos y agresiones de estos días.
Por su parte, el premio Nóbel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, hizo un pedido público al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para que respete la movilización indígena.
En el comunicado divulgado por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Pérez Esquivel exigió al Ejecutivo que garantice “la plena vigencia de los derechos humanos”, que, según dijo, son “violados sistemáticamente por el Gobierno”.(PÚLSAR/ONIC/ACIN/Dachi Bedea)
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