lunes, 23 de mayo de 2011

¿La manipulación de la realidad?(La ideología de los efectos en el mundo actual)

Por Victor Manuel Nino


La segunda vuelta en junio del 2011 en la elección del Presidente del Perú, entre los candidatos Ollanta Humala y Keiko Fujimori se ve solo como una competencia por el logro del poder y no como debería ser, un camino político en el que los candidatos dan lo mejor de sus “ideologías” en los que ellos creen que debe ser mejor para el país, o lo mejor para el logro de las aspiraciones de la mayoría, que son en ultimas los que eligen a los presidentes (si no es que las minorías lo eligen). Esto parece cierto sobre todo en el caso de Keiko Fujimori, que contrató un asesor norteamericano para dar fuerza a su idea de su programa bandera “el ataque a la delincuencia” (La delincuencia común y organizada es por hoy, uno de los mayores problemas de América Latina, que según la experiencia de muchos países, ha sido imposible controlarla con la represión, como en el caso de Centroamérica).

La candidata Fujimori, al parecer esta tratando de sintonizar el sentimiento popular (que abandonado a si mismo, se traduce en “irracionalidad”, se traduce se podría decir en “sentimentalismos” futboleros) y más que sintonizarlo, esta tratando de polarizar los problemas de la nación en opciones de fuerza, que es lo que sintoniza con la “irracionalidad” y que es lo que han hecho los candidatos de opción populista, bien sea de derechas que de izquierdas. La intención de Keiko es polarizar los problemas del país, como sucedió en Colombia entre guerra al enemigo y pobreza; pero esta vez entre delincuencia y pobreza, haciendo lo mismo que hizo su padre al posesionarse con la opción de la fuerza. Es una clara manipulación de la realidad, que se traduce en un favorecer a los efectos y no a las causas: así Ollanta propone reducir la pobreza e invertir en educación, que viéndolo bien encausa, pero parece increíble de tanto que se ha prometido. Al racionalizar los efectos (cuales podrían ser las fuertes causas de la delincuencia) se sintoniza con la pura “irracionalidad” de la realidad, lo que se traduce a la vez, en el abandono de la misión de los Presidentes, que es trabajar por la “generalidad” y no ser tan “cositeros” como un encargado de oficina; es decir, dividen los problemas del país en soluciones tan positivas como el trabajo de la policía. Como decía un prometedor candidato a político “pues si hay un hueco, se tapa” .La ideología actual –se repetirá mil veces- trabaja los efectos y no las causas. La vertiginosa carrera positivista del mundo, apunta a una extrema manipulación de la realidad. La opinión que tiene la población, la crea esta manipulación de la realidad por los medios de comunicación: se podría asegurar que un candidato hábil crea sus propios mitos y barre dependiendo de sus conocimientos en manipular el alma de la población. Cabria preguntarse donde se están educando los comunicadores sociales, los que tienen como encargo trabajar en esta realidad y presentarles a sus ciudadanos las informaciones que se cuelan de la realidad y la realidad que presentan sus representantes.


*Escritor

martes, 10 de mayo de 2011

Del racismo de Berlusconi a la locura de Gadafi

Por Víctor Manuel Niño*

El Tratado de Amistad Libia-Italia se renovaba cada año como un convenio y en memoria podría decirse de su antigua colonia italiana. En el 2010, la renovación de este tratado significó para Italia otro convenio, el control de la inmigración clandestina que partía de los puertos de Libia hacia Europa (Italia). Silvio Berlusconi entre otros tratados, firmó este que significaba una abierta violación de los derechos humanos; la disminución de la inmigración clandestina por mar y el compromiso de Libia para evitar que los inmigrantes que parten de sus puertos alcancen aguas maltesas o italianas. Así, obligados a cruzar el desierto, cientos de inmigrantes huyendo del “cuerno de África”(los que escapan de las guerras, de persecución política o religiosa) fueron abandonados en el desierto. Al ser retenidos en Libia operaba dicho tratado que les anulaba la posibilidad del asilo político. El derroche y la excentricidad que enmarcó la firma del acuerdo entre los dos excéntricos y las repetidas arengas de Gadafi para la conversión de los infieles occidentales desde su tienda beduina instalada en el jardín de una villa de Roma, contrastó con los llamamientos de amnistía internacional, también por la violaciones de los derechos humanos, recordándole a Berlusconi las "graves violaciones" de las leyes internacionales que cada día se cometían en Libia. Así, Italia se ponía a la cabeza de las reinantes xenofobias y racismos en Europa: Berlusconi había logrado en Italia (Junto al Partido político llamado “Liga del Norte”) polarizar la opinión publica en problemas de Italia-inmigrantes. Mientras tanto en el norte de África, en Egipto, a principios de este año (2011), miles de súbditos de Murabak (quien había gobernado durante 30 años) se levantaban en protestas contra la desocupación y la pobreza, iniciando lo que desencadenó una serie de protestas de países musulmanes norte africanos y orientales. El éxito rotundo de Egipto al derrocar a Muraback (durante 18 días de protestas) contrastó con el inicio de las protestas en Libia, en las que Gadafi tajantemente amenazó a sus “súbditos” disolver violentamente cualquier inicio de protesta. “Los vientos de la revuelta Árabe” como calificó el diario el País a estas revueltas iniciadas en Túnez y que se desenvolvieron después en Libia en febrero con la consigna “"¡Bengasi, despierta, es el día que esperabas!" o "¡El pueblo derrotará a la corrupción!", también recordando la muerte de 1270 presos en 1996.

En lo corrido de las protestas hasta febrero se contaban más de 600 muertos en una locura de sangre por apagar las protestas y lo que condujo al bumerang que había lanzado Berlusconi : miles de personas huyendo de las sangrientas represiones en Libia, buscaban asilo en los seguros puertos de Europa (Italia), lo que inició una romería de balseros libaneses por los mares de África: hacia mayo, el drama migratorio era patético, los occidentales acusaban a Gadafi de utilizar a los refugiados contra el mismo occidente. Naufragios que iniciaban con mas de 600 personas a bordo y otros náufragos llegando a Italia. Pero lo que llenó de miedo a los xenofos italianos, fue la que ellos calificaron como invasión musulmana, lo que fue un tiro que le había salido por la culata a Berlusconi.

Escritor*