domingo, 21 de noviembre de 2010

Comités Cívicos contra la delincuencia en Latinoamérica

Por Víctor Manuel Niño*

En un artículo titulado “tres hermanas de sangre” (http://www.elpais.com/articulo/reportajes/hermanas/sangre/elpepuintlat/20101017elpdmgrep_4/Tes), refiriéndose a tres ciudades latinoamericanas donde la inseguridad (delincuencia común y organizada) es tan alarmante como otros fenómenos sociales que pueden ser causas de estas: marginalidad, precariedad educativa, desidia de estado etc. La delincuencia es un fenómeno social que ha surgido no por espontaneidad, sino por desidia y como reflejo de los sucesivos gobiernos personalistas que han escondido este problema social, como si fuera algo indigno de su ocupación, pero que es tan relevante como la política internacional, que impide toda convivencia social, que al menos es a lo que puede aspirar los inermes ciudadanos y los campesinos.
La delincuencia proliferante en Latinoamérica como consecuencia de años y años de exclusión y marginalidad de parte del Estado, si debe estar entre la agenda de los gobernantes pero no solamente con las armas del positivismo y lo policial, sino con las armas de la Justicia Social y el Conocimiento. La contextura mental del L.A. a través del siglo pasado ha crecido con la fuerza de la represión, la simulación y la ignorancia. Esta es un espejo del Estado: el reflejo de una sociedad, se percibe , esencialmente como una negación o desconocimiento de la sociedad, porque las instituciones de la sociedad se han dormido en el presente utilitario; las gentes se han convertido en medios para fines de otra gentes. El inmediatismo se ha tomado a la sociedad y el utilitarismo es la bandera de los Estados. Los académicos: historiadores, sociólogos y demás, salen de una universidad miopes a los designios de la sociedad, estorbos en el desenvolvimiento de la sociedad, pues el estudio primero de los fenómenos sociales debe deberse a ellos; en lugar de eso son los sofistas actuales . Las gentes deben aprender a protestar, deben aprender a denunciar desde lo más particular: deben denunciar también la delincuencia de las instituciones del estado, de los parásitos que han carcomido al estado: deben aprender a escribir y a descubrir las causas que están carcomiendo la sociedad y actuar en consecuencia; el sentimentalismo y la irracionalidad se han tomado la sociedad pues al parecer la delincuencia de estado (corrupción, vicios políticos, peculados, robos programados a las arcas del estado, violencia de género etc.) se parecen mucho a esa otra delincuencia que mata por unas monedas a algún desprevenido ciudadano. La verdad estos presidentes parece que medran bien en esta caos ¿Quiénes son los beneficiarios de este caos: el amarillismo, el sensacionalismo, las cortinas de humo que se levantan para mantener a las gentes sofocadas, como en Guatemala que no se cansan de lanzar “estados de excepción” ante los males sociales y que debe primar solo cuando la soberanía nacional esté en peligro. Como dice Marcelo Ebrard de México: el corazón del problema es la exclusión social; no se debería declarar “estado de excepción” sino “estado de incomprensión social” ¿Cómo puede la gente común, desplegar un movimiento ante la inercia de las instituciones o su accionar siempre positivo, factico y policial? Eso es necesario, pero es la alternativa en un estado más cercano al bienestar. Ante esta miopía y contra toda violencia de estado y particular, más bien los gobiernos deben declarar un “estado de incomprensión social”. Ante esta inercia, el ciudadano común interesado debe participar ubicándose en una cercana observación de estos fenómenos. Solos como estamos, pues las universidades se han convertido en los floreros de la sociedad, la gente debe iniciar conformando en sus barrios o sectores habitacionales, comerciales etc. “comités cívicos de observación” y que deben aunque internacionalizar, previniendo reacciones irracionales. Ante esto, documentarse primeramente haciendo un mapa de la tipología de la delincuencia que se ha tomado la Ciudad o el país, por ejemplo, cuales son las modalidades más usadas de la delincuencia: atracos a mano armada, robos, secuestros, violencia de género. Nos tocaría volvernos buenos detectives intelectuales: hacer un perfil del delincuente y tratar de establecer una causa positiva de la aparición de esta modalidad particular de delincuencia ( también puede entrar en las tipologías de delincuencia, la corrupción política que es la causa numero uno de la otra delincuencia).Establecido esto, investigar la tipología de delitos que tiene el código policial y establecer la analogía que el delito que tipificamos. Por e ejemplo en Colombia ( no sé si todavía existe eso) todo delito de hurto que no pase (establezcamos el monto en Euros) de cerca de 2000 £ es excarcelable, o sea que eso deja vía libre a la proliferación de esta tipología de delincuencia. El ciudadano tiene derecho a conformar “comités cívicos” para protestar contra aquellas instituciones que sean permisivas contra la delincuencia. En última instancia, las leyes las tienen que establecer los ciudadanos y canalizarlas consecuentemente en las instituciones del Estado.
Dentro de la delincuencia organizada es al parecer el “narcotráfico” el que mayor daño le ha hecho a las sociedades pues también de ahí surgen otros delitos de la “delincuencia común” y la caída de la sociedad en la desmoralización.
Latinoamérica es un continente de gente joven y de grandes desigualdades ( en comparación a Europa) y es donde por este motivo las incidencias a los problemas sociales son mayores. “El narcotráfico” en si no es una causa sino un efecto, y por ende no se debe combatir como lo están haciendo estúpidamente en México (apoyados por EEUU, que han sido grandes receptores del consumo), convertido en una guerra para sacar el país de la violencia, sabiendo que la violencia engendra más violencia, y en política, una política llevada al rango de amigo y enemigo es autoritaria . La delincuencia en sí, es un efecto de la caída en una profunda “marginalidad”. Combatir la delincuencia organizada positivamente conlleva un compromiso de todas las instituciones de la sociedad y no se puede convertir en una causa privatizada, porque sucede lo que sucedió en Colombia y a grandes miras a eso se debe el destrozo de Haití. La privatización de las instituciones de la sociedad, junto con el positivismo (Es decir, se combaten los efectos y no las causas) es lo que mayor daño le ha hecho a la sociedad. Pero la privatización que más le ha hecho daño a las sociedades, es la privatización de la educación superior. Eso ha abierto grandes brechas en la secularización de un Estado de grandes desigualdades. La sociedad carece de profesionales preparados para afrontar los problemas que esta genera, pues la universidad está al servicio de la empleomanía y la robotización. La sociedad se está convirtiendo en idiota útil de una gran mercantilización. Hoy por hoy el espacio europeo de educación superior va por ese camino siguiendo el modelo norteamericano y con ellos están uniformando la educación en Latinoamérica con los foros europeos y latinoamericanos realizados en México y en España. El Poder Judicial, también ha caído en ser un guardián de la mercantilización de la sociedad; las cárceles se llenan de gentes y el caos reina.
*Escritor