miércoles, 30 de julio de 2008

EL SILENCIO DE LOS QUE NO PUEDEN CALLAR

Por
Germán Ayala Osorio, politólogo (Cali- Colombia)

Peligroso, sospechoso e inconveniente resulta el silencio profundo en el que están aquellos militantes, exponentes y agentes de la mal llamada Oposición, y de esa creciente minoría que no va de la mano del proyecto uribista. Se tratará de una estrategia o decidieron callar, simplemente, por miedo, cansancio o porque el pensamiento único los apabulló. No se sabe.

Lo cierto es que César Gaviria, Carlos Gaviria y Luis Eduardo Garzón no volvieron a hacer referencia al tema de la segunda reelección de Uribe Vélez. Del ex presidente neoliberal recordamos una tímida amenaza de lanzarse como candidato si el actual Presidente insiste en perpetuarse en el poder.

No se volvió a oír nada de parte del político risaraldense, de ingrata recordación por aquellos efectos negativos de la apertura económica, puesta en marcha en su mandato. Seguramente estará esperando el anuncio de Uribe de querer continuar en el Solio de Bolívar. Flaco favor le hace a la Oposición y a quienes no compartimos el régimen de Uribe Vélez, presentarse como opción política. Lo mejor es que Gaviria se retire, al igual que los demás ex presidentes, a gozar de la pensión. O quizás decida seguir el camino de otros: endosar en sus hijos el poder; en este caso, en su su hijo Simón, para las elecciones de 2014.

No se sabe en qué anda Carlos Gaviria, quien corre el riesgo de perder el caudal electoral que alcanzó en mayo de 2006: más de dos millones seiscientos mil votos (el 22,04 %), lo que convirtió al PDA en la primera organización política, con un claro contenido de izquierda democrática y en la segunda fuerza electoral del país. Corre el riesgo de perder esos votos al mejor estilo de Noemí Sanín.

Qué pensará Gustavo Petro, quien en las últimas apariciones mostró su interés de girar al centro, mostrando un tono más conciliador, tomando distancia de las Farc e incluso, de sus propios compañeros del Polo. En esa misma dirección anda Luis Eduardo Garzón, quien ahora funge como comentarista radial, justo en un espacio periodístico pro uribista, como lo es La FM.

Con la clara división al interior del Polo, sus crisis permanentes, y los silencios de algunas de las figuras emblemáticas de la mal llamada Oposición política, y sumado a ello la desaparición paulatina de los partidos Liberal y Conservador, hoy convertidos sus miembros, en manzanillos del uribismo, no queda más que advertir que a Uribe le están facilitando las cosas para que siga de corrido en la Casa de Nariño. Una cosa es que la oficina de Propaganda Orweliana esté funcionando tal cual como se describe en la obra 1984, y otra muy distinta es que no hagan nada quienes tienen el deber de decir algo y los medios para hacerlo.

Razón le cabe a Cecilia Orozco, quien en una reciente columna de EL ESPECTADOR, señaló de los anteriores personajes, lo siguiente: Carlos Gaviria: respetable hombre de izquierda con un volumen de votos que le permitiría hacerse oír. Hoy se desempeña como un silencioso presidente del Polo.

Gustavo Petro: la línea de las denuncias que eligió y que le dio justo brillo, es asunto del pasado. Todavía sorprende la voltereta que dio para que lo perdonaran y lo percibieran como un elegible ‘de centro’.
Luis Eduardo Garzón: empezó como alternativa de Uribe; pasó a ser su aliado semioculto en la alcaldía; terminó proponiendo una alianza con los clones del Presidente, que éstos no tomaron en serio. Nadie sabe dónde se ubica en este momento: ¿Polo, liberalismo, un nuevo partido?”
[1]

¿Qué se puede hacer?

Al reconocer que Uribe es un fenómeno mediático que se sostiene, además del trabajo periodístico-publicitario de medios y periodistas, y por los resultados operacionales de sus fuerzas militares, los riesgos para el juego democrático son peores si a las circunstancias descritas le sumamos el silencio de aquellos que definitivamente no pueden callar en estas horas aciagas.

Los Mesías se sienten salvadores omnipotentes no sólo porque creen ciegamente en que son enviados de Dios, sino porque en los escenarios terrenales encuentran que la zalamería de periodistas, directores de medios, propietarios de las empresas mediáticas, y el connubio de dirigentes gremiales y líderes eclesiásticos,… sirven a sus propósitos de ‘salvar el mundo’ o en este caso particular, salvar a un país como Colombia.

Que los dirigentes gremiales y los propios del sistema financiero hagan parte del comité de áulicos del Uribismo, no es óbice para que otros actores de la sociedad civil vayan despertando del letargo y empiecen a edificar proyectos políticos pos Uribe.

Se esperaría que aquellos dirigentes gremiales y políticos, e incluso, intelectuales, estuvieran pensando en cómo enfrentar los retos que suponen el pensamiento único que florece en Colombia. Hay que trabajar en la formación de cuadros dirigentes, para cuando el Mesías decida abandonar el poder, la sociedad civil presente al país, un candidato y una propuesta coherente de gobierno, con un claro proyecto de reconstrucción institucional, dado el daño que la reelección presidencial y el Uribismo, le hicieron, le hacen y le harán al país.

No podemos mantenernos en el oscuro túnel que el uribismo nos construyó desde 2002. Es inaceptable la tesis que señala que Uribe es irremplazable. Desde hace rato debieran estarse formando los sucesores no sólo de Uribe, sino de toda esta estirpe de políticos que heredaron el carácter de los viejos ‘héroes’ del Frente Nacional.



Refundar la política y superar la mirada conservadora

Parte de la solución a los problemas que evidencian los colombianos en general, en materia de criterio político, está en refundar la política. Está en darle otro sentido. No podemos continuar con las viejas costumbres políticas de gamonales, señores feudales, patrones y barones electorales que le han dado al ejercicio de la política ese carácter mafioso que tanto daño hace al país. El pragmatismo hace tanto daño, como la inexistencia del disenso.

Si queremos que el país abandone su carácter premoderno, se deben fortalecer los organismos de control. La elección del Procurador, Defensor del Pueblo, Fiscal y de los magistrados de las altas Cortes, no puede continuar contaminada del amiguismo político; estos cargos deben estar lejos de las influencias del Presidente y del Congreso, especialmente cuando la legitimidad de estas dos instituciones está cuestionada.

Para ello, deben formarse comités técnico-políticos de consulta, con representantes de las Universidades Públicas y Privadas, que ayuden a elegir, sin los vicios propios de la actual política colombiana, los mejores ciudadanos para vigilar la cosa pública. Esa sería una buena forma de empezar a involucrar a la Academia en asuntos trascendentales de la Nación, con miras a que abandone ese letargo en el que viene sumida de tiempo atrás.

La Escuela, en su concepto más amplio, debe participar en ese proceso de refundación de la política. Desde los primeros años de vida escolar, los estudiantes deben aprender para qué sirve la política, el Estado, el por qué participar de los asuntos públicos, el de exigir respuestas a los servidores públicos, en fin, a demandar el cumplimiento de la ley y de los derechos y las libertades ciudadanas; la política debe entenderse como el camino para alcanzar la felicidad colectiva, de hacer posible nobles ideales y hacer de la vida humana en sociedad, un fin último digno, bello y sublime.

Es inaceptable la declaración de profesores y estudiantes, de todos los niveles, cuando advierten su condición ‘apolítica’. No es posible. Es un contrasentido declararse ‘apolítico’ cuando de forma permanente estamos asumiendo posturas políticas.

La discusión política de las ideas en las aulas de clase de colegios y universidades y la participación de profesores en los organismos de control del Estado nos debe permitir acabar con esa práctica mafiosa con la que esos mismos ‘barones’ electorales ceden poder y votos, a hijos, sobrinos, hermanos y tíos.

Bienvenida, entonces, la discusión de las ideas políticas, empezando por reconocer que el uribismo se fundó en esa vieja derecha premoderna, feudal y excluyente. Una verdadera logia impenetrable.

El columnista Álvaro Forero intenta explicar el fenómeno político-mediático que encabeza el Presidente: “la explicación para esa situación puede ser que el uribismo adoptó la fórmula de la derecha norteamericana, de recurrir a los valores. Porque la propuesta uribista consiste en un relato sobre la problemática del país y sus soluciones, cargado de los valores predominantes en la sociedad colombiana. Y los valores son poderosos políticamente, porque reflejan las necesidades y las tendencias humanas, al punto que son el sustrato de las ideologías. Desde la primera campaña, Álvaro Uribe ha mantenido su discurso y su acción, ruidosa y férreamente alineados con los valores de la libertad (frente al yugo de las Farc), y de la fortaleza nacional y el orden, porque entendió temprano que la presión de la violencia había inclinado a la opinión pública hacia el autoritarismo de derecha. Eso se produce cuando los valores de las mayorías, según B. Altemeyer, se apartan de la apertura al cambio y se identifican con la conservación, es decir, con los valores del apego a las costumbres e ideas más tradicionales de la sociedad.”[2]

Claro, eso son los valores típicos de una sociedad conservadora, pendenciera, asociada a un estado confesional, que no reconoce la diferencia; es la típica sociedad del siglo XIX; la del no a la eutanasia, al aborto, al matrimonio gay, a las relaciones por fuera del matrimonio; es aquella sociedad del control, de la vigilancia, de la seguridad basada en más pie de fuerza. Es la sociedad oscura que amplios sectores sociales y políticos quieren que continúe, eso sí, mientras sus beneficios económicos se mantengan intactos.
De mantenerse el silencio de aquellos que no pueden guardar silencio, es decir, intelectuales, docentes, políticos de la Oposición y en general, todos aquellos que se consideren liberales, en su más elevada acepción, el uribismo arrasará con el pluralismo, el disenso y con la discusión libre de las ideas, entronizando en lo más profundo de la sociedad, esas ideas conservadoras que hoy sustentan el proyecto hegemónico uribista.

En el aula de clase tenemos la oportunidad de refundar la política y de controvertir el forzoso consenso de un pensamiento único orquestado por medios masivos, periodistas, seguidores uribistas y por el sospechoso, inconveniente y peligroso silencio de aquellos a quienes no les podemos aceptar que callen en estos momentos.

Pensar el país más allá de celebraciones patrióticas es hoy una obligación inclaudicable de todos aquellos que deseen vivir en el siglo XXI, sin añorar los oscuros episodios del XIX.

[1] EL ESPECTADOR. COM, , 23 de julio de 2008

[2] FORERO TASCÓN, Álvaro. ¿Cómo se construyó el Uribismo? EL ESPECTADOR.COM, 27 de julio de 2008.

viernes, 25 de julio de 2008

A Ramirez hay que responderle

Los obreros petroleros están obligados a asumir el papel que les corresponde, tomar el control definitivo, con esta brecha que abrió el ministro

Por Raúl Párica
raulparica@gmail.com - 04128756682
Sinutrapetrol / Fuerza Socialista Bolivariana de Trabajadores

Fue apenas un par de días que se presentó al colectivo de Pdvsa en Oriente, la orden del ministro Ramírez, sobre la reestructuración de RRHH, información dada con anterioridad por Sinutrapetrol y ratificada al día siguiente en Maracaibo por Ramírez.
El ministro ha sido conciso, "el trabajador no se puede dejar quitar su espacio por los gerentes, ni supervisores". En las mesas de trabajo debe estar la clase obrera, con propuestas en mano, con crítica, la corriente corporativista, que es un 20% de Pdvsa, tiene que ser confrontada en un plano político, porque la industria debe tener el espíritu socialista, como resultado de la lucha planteada desde 2002. Así los obreros, en el marco de la participación política y la acción social, tendrán las mejores reivindicaciones.
Pero Ramírez también ha sido enfático, en señalar a una parte de la dirigencia sindical conservadora, atrapada en la corrupción, los vicios, el tráfico de cupos y las prácticas de nepotismo, que sigue entrampada en el simple reclamo salarial explotador, que sigue usando el poder sindical para dar trabajo a sus familiares, en vez de armar cuadros de obreros para la lucha política en la industria.
Los obreros no se pueden dejar quitar su espacios por los pillos, que andan de puerta en puerta y tras de cada gerente haciendo acuerdos y trampas a puerta cerrada (Se recuerda la parada mayor de Petrocedeño 2008, en la que el filibustero de la "trinchera", se transó con el ex gerente de RRHH, y violaron el Sisdem, por tracaleros, como esos es que el ministro arremete contra una parte de la dirigencia sindical).
Esos bandidos, que engañan a grupos de desempleados con los que juegan, para posar en fotos para prensa, que se hacen llamar socialistas porque sólo se ponen una camisa roja, son los que hay que derrotar en los espacios que ha abierto la directiva de Pdvsa, es un debate que se ha permitido, el cual debe ser copado por la clase obrera. Una nueva propuesta de normas internas de RRHH, no puede ser diseñada sólo por los aburguesados gerentes y supervisores, que hasta ahora han saboteado todo lo que se ha querido hacer en la industria, a favor del proceso.
Hay que estar alerta, los traidores que están "escondidos" andan alborotados, la videoconferencia de Ramírez encendió las alarmas, cuando en este espacio se anunció hace unos seis meses de la sabida presencia de unos 72 gerentes y altos cargos identificados como traidores y saboteadores, no cesaron las amenazas por mensajes de texto, provenientes de computadores ya identificados en el edificio sede de Guaraguao, de Refinería y la mayoría de Jose, esos mensajes eran todos contrarrevolucionarios.

Los trabajadores conocen a los traidores, tanto en los puestos claves, como a los "sindicaleros" que se han dedicado a destruir el espíritu de la verdadera lucha sindical.
Al ministro hay que responderle. La clase obrera debe asumir ese reto con propuestas, porque no se es conservador de este lado, lo que haya que denunciar se seguirá denunciando, la guerra contra la corrupción en Pdvsa, el sabotaje de la derecha infiltrada, es el punto de honor de los trabajadores petroleros. Hay que asumir la vanguardia, esa propuesta no puede ser patronal, los obreros debemos coparla.

A Ramirez hay que responderle

Los obreros petroleros están obligados a asumir el papel que les corresponde, tomar el control definitivo, con esta brecha que abrió el ministro

Por Raúl Párica
raulparica@gmail.com - 04128756682
Sinutrapetrol / Fuerza Socialista Bolivariana de Trabajadores


Fue apenas un par de días que se presentó al colectivo de Pdvsa en Oriente, la orden del ministro Ramírez, sobre la reestructuración de RRHH, información dada con anterioridad por Sinutrapetrol y ratificada al día siguiente en Maracaibo por Ramírez.
El ministro ha sido conciso, "el trabajador no se puede dejar quitar su espacio por los gerentes, ni supervisores". En las mesas de trabajo debe estar la clase obrera, con propuestas en mano, con crítica, la corriente corporativista, que es un 20% de Pdvsa, tiene que ser confrontada en un plano político, porque la industria debe tener el espíritu socialista, como resultado de la lucha planteada desde 2002. Así los obreros, en el marco de la participación política y la acción social, tendrán las mejores reivindicaciones.
Pero Ramírez también ha sido enfático, en señalar a una parte de la dirigencia sindical conservadora, atrapada en la corrupción, los vicios, el tráfico de cupos y las prácticas de nepotismo, que sigue entrampada en el simple reclamo salarial explotador, que sigue usando el poder sindical para dar trabajo a sus familiares, en vez de armar cuadros de obreros para la lucha política en la industria.
Los obreros no se pueden dejar quitar su espacios por los pillos, que andan de puerta en puerta y tras de cada gerente haciendo acuerdos y trampas a puerta cerrada (Se recuerda la parada mayor de Petrocedeño 2008, en la que el filibustero de la "trinchera", se transó con el ex gerente de RRHH, y violaron el Sisdem, por tracaleros, como esos es que el ministro arremete contra una parte de la dirigencia sindical).
Esos bandidos, que engañan a grupos de desempleados con los que juegan, para posar en fotos para prensa, que se hacen llamar socialistas porque sólo se ponen una camisa roja, son los que hay que derrotar en los espacios que ha abierto la directiva de Pdvsa, es un debate que se ha permitido, el cual debe ser copado por la clase obrera. Una nueva propuesta de normas internas de RRHH, no puede ser diseñada sólo por los aburguesados gerentes y supervisores, que hasta ahora han saboteado todo lo que se ha querido hacer en la industria, a favor del proceso.
Hay que estar alerta, los traidores que están "escondidos" andan alborotados, la videoconferencia de Ramírez encendió las alarmas, cuando en este espacio se anunció hace unos seis meses de la sabida presencia de unos 72 gerentes y altos cargos identificados como traidores y saboteadores, no cesaron las amenazas por mensajes de texto, provenientes de computadores ya identificados en el edificio sede de Guaraguao, de Refinería y la mayoría de Jose, esos mensajes eran todos contrarrevolucionarios.

Los trabajadores conocen a los traidores, tanto en los puestos claves, como a los "sindicaleros" que se han dedicado a destruir el espíritu de la verdadera lucha sindical.
Al ministro hay que responderle. La clase obrera debe asumir ese reto con propuestas, porque no se es conservador de este lado, lo que haya que denunciar se seguirá denunciando, la guerra contra la corrupción en Pdvsa, el sabotaje de la derecha infiltrada, es el punto de honor de los trabajadores petroleros. Hay que asumir la vanguardia, esa propuesta no puede ser patronal, los obreros debemos coparla.

sábado, 12 de julio de 2008

Si la educación rural hiciese "los deberes de casa"....los problemas de la agricultura estarían solucionados- Polan Lacki (1)

En el mundo globalizado existe un macro factor que, al final de cuentas, determina el éxito o el fracaso de los productores rurales; todos los demás factores, reales o imaginarios, son menos importantes. Este macro factor se llama eficiencia, dentro y fuera de las tranqueras de los predios. Para confirmarlo, basta observar que los agricultores que ya son eficientes, tienen rentabilidad, son competitivos y sencillamente no necesitan de ayudas paternalistas. Los que tienen más problemas, son más dependientes y vulnerables, coincidentemente, son los más ineficientes. En América Latina, los gobiernos no tienen y tampoco tendrán en un futuro previsible, condiciones de compensar las ineficiencias de esos agricultores a través de subsidios y otras ayudas paternalistas. Insistir en la generalización y ?perennización? de esas compensaciones significaría perder tiempo, pues tal posibilidad es nula. En vez de subsidiar a los ineficientes, deberemos educarlos para que ellos mismos se transformen de ineficientes y dependientes en eficientes y emancipados. Sin embargo, solo tendremos éxito en este propósito emancipador si abandonamos los eufemismos y enfrentamos, con determinación y coraje, la "causa de las causas" que está originando las ineficiencias de estos agricultores. Esta causa está dentro del sistema de educación rural, es decir, en las escuelas fundamentales rurales (del primero al octavo o noveno año), en las escuelas agrotécnicas, en las facultades de ciencias agrarias y en los servicios de extensión rural.



Una verdad que debe ser dicha sin "dorar la píldora"



La principal razón por la cual esos agricultores están fracasando económicamente es que ellos no saben producir, administrar ni comercializar con eficiencia; no por culpa de ellos, evidentemente. No saben hacerlo porque, con honrosas excepciones, el mencionado sistema de educación rural no proporcionó y sigue no proporcionando a los agricultores los conocimientos adecuados a las necesidades del mundo contemporáneo, el cual, al ser altamente competitivo, exige que los productores rurales sean muy eficientes. Entonces, seamos objetivos: si las principales causas de los problemas de esos agricultores están en las ineficiencias del sistema de educación rural, es allí que deberán ser adoptadas las medidas correctivas para eliminarlas. Consecuentemente, el referido sistema debe asumir, como suya, la tarea de corregir sus debilidades e imperfecciones. Deberá hacerlo "desde abajo hacia arriba y desde adentro hacia afuera", sin esperar por macro decisiones políticas y recursos adicionales; porque algunas de esas siempre deseadas "ayudas externas" no son factibles de ser proporcionadas por los gobiernos y otras sencillamente son prescindibles.





Propuesta estratégica: Reemplazar las dispersas, efímeras y excluyentes ayudas paternalismo-dependientes por una estrategia educativo-emancipadora de dependencias. Es decir, ofrecer a los habitantes rurales una educación, formal y no formal, cuyos contenidos los educandos puedan aplicar en la corrección de sus propias ineficiencias y en la solución de sus problemas, con menor ayuda gubernamental, pues esta es decreciente y para la gran mayoría de los agricultores, sencillamente es inexistente.



Propuesta ejecutiva: Para llevar a la práctica esta estrategia educativo-emancipadora será necesario adoptar las siguientes medidas:



1. Exigir que las escuelas agrotécnicas y facultades de ciencias agrarias formen extensionistas que tengan real capacidad teórico-práctica de corregir las ineficiencias de los productores rurales, pues ellas son las principales causas de sus fracasos económicos. Esas escuelas no pueden seguir ignorando que, mientras se quejan de la insuficiencia de recursos presupuestarios, están desperdiciando en gran parte los que ya poseen, porque están formando egresados para el desempleo. Tampoco pueden ignorar que, en gran medida, el desempleo de extensionistas existe porque sus egresados no responden a las necesidades de los empleadores y de los agricultores. Esto significa que la principal causa de ese desempleo no necesariamente es la demanda insuficiente del mercado laboral, sino la oferta inadecuada de las escuelas agrotécnicas y facultades de ciencias agrarias. En verdad, la agricultura del mundo contemporáneo está "pidiendo a gritos" una enorme cantidad de extensionistas "correctores de las ineficiencias y solucionadores de los problemas" existentes en el campo; sin embargo, la oferta educativa no está siendo capaz de satisfacer tal demanda. Esto ocurre, en primer lugar, porque las "recetas" que esas escuelas están enseñando no son compatibles con los "ingredientes" que la mayoría de los agricultores posee; en segundo lugar, porque la educación que los educandos están recibiendo es excesivamente teórica, con mínimas oportunidades para que los alumnos desarrollen la creatividad y las habilidades prácticas. Esas escuelas en vez de aburrir a los alumnos con excesivos e irrelevantes contenidos teóricos en las aulas, deben enseñarles a producir, administrar y comercializar con eficiencia, produciendo, administrando y comercializando con eficiencia. Y deben ejecutar este "enseñar y aprender haciendo" preferentemente allá donde ocurren los problemas, es decir, en las fincas, en las comunidades, en las agroindustrias y en los mercados rurales. Esas habilidades prácticas deben adquirirlas mientras están en las escuelas y no, como ocurre con demasiada frecuencia, varios años después de egresados, a cuesta de los errores que cometen con los agricultores.



2. Exigir que las escuelas fundamentales rurales "agriculturalicen" y "ruralicen" sus contenidos educativos; que proporcionen a sus alumnos una educación que desarrolle sus potencialidades latentes y que eleve su ego/autoestima/auto confianza/deseo de superación. Una educación que los energice y "les dé poder" para que adquieran la voluntad y la capacidad de corregir, ellos mismos, los errores que los habitantes rurales cometen en sus hogares, en sus fincas y en las comunidades rurales. Al egresar de las referidas escuelas fundamentales, los jóvenes rurales deberán: I)-estar conscientes de que ellos mismos pueden y deben asumir una mayor participación/parcela de responsabilidad/compromiso en la corrección de las ineficiencias y en la solución de los problemas que ocurren en el medio rural; II)-poseer la motivación y las competencias ( conocimientos, habilidades y actitudes ) que les permitan asumir, con eficiencia, este nuevo y fascinante desafió del auto-desarrollo; y III)- estar aptos a buscar, seleccionar y adquirir nuevos conocimientos para mantenerse siempre actualizados.



3. Exigir servicios de asistencia técnica y/o de extensión rural-SATER-que: En primer lugar cuenten con los extensionistas cuyo perfil fue descrito en el punto 1; con aptitudes y actitudes más pragmáticas y pro-activas que les permitan: I)-diagnosticar las causas de los problemas de los agricultores, priorizando aquellas que puedan ser eliminadas por ellos mismos; II)- identificar las potencialidades y oportunidades existentes en las fincas; III)- identificar y corregir las ineficiencias "corregibles" por los productores rurales y solucionar los problemas que son solucionables por los propios agricultores. Extensionistas que identifican causas que no pueden ser eliminadas por los productores rurales, que solicitan recursos externos antes de utilizar racionalmente aquellos que los agricultores ya poseen, agentes de cambio que en vez de solucionar, ellos mismos, los problemas reivindican que otros lo hagan, son extensionistas improductivos y, por este motivo, serios candidatos al desempleo. En segundo lugar, que esos agentes de extensión dispongan de medios (vehículos, combustibles, viáticos, etc.) para que puedan permanecer en las comunidades rurales. En ciertos casos será necesario que los ejecutivos de los SATER adopten la medida drástica de reducir sus estructuras burocrático-operativas; y con los recursos ahorrados ofrezcan a los extensionistas los referidos medios. Será mucho más productivo mantener 50 extensionistas bien remunerados y capacitados educando en el campo, que mantener 100 agentes mal remunerados, no capacitados y desmotivados, burocratizando en las oficinas, tal como, desafortunadamente, está ocurriendo hace más de 25 años en la mayoría de los SATER estatales de América Latina. Sin embargo, para que esas adaptaciones puedan ser ejecutadas, será necesario "desestatizar" los actuales SATER y delegar su administración a instituciones privadas sin fines de lucro, como por ejemplo las cooperativas y otras entidades gremiales, no politizadas, que genuinamente representen los intereses económicos de los agricultores; porque la rigidez burocrática de los servicios estatales y las nefastas interferencias político-partidistas, sencillamente, impiden la adopción de esas medidas saneadoras y "eficientizadoras" en los servicios estatales de extensión rural.



Afortunadamente, muchas de esas medidas correctivas pueden ser adoptadas por los propios profesores y extensionistas, en muchos casos sin necesidad de recursos adicionales ni de macro decisiones políticas. Los documentos incluidos en la Página web http://www.polanlacki.com.br describen y demuestran el "qué" y el "cómo" los propios educadores ( profesores, extensionistas y directores de sus respectivas instituciones ) pueden hacer para volverse, ellos mismos, más eficientes; y cómo, a través de la sumatoria de las eficiencias individuales, pueden mejorar la eficiencia de sus respectivas instituciones.

Si el sistema de educación rural adopta apenas esas medidas "eficientizadoras" y emancipadoras, de sus educadores y de sus respectivas instituciones, los principales problemas de la mayoría de los productores rurales estarán resueltos; y, lo que es más importante, serán solucionados por las propias familias rurales; sin paternalismo, sin dependencias y sin humillaciones. Sin embargo, si esas medidas no son adoptadas- no tengamos ninguna duda- todo el discurso del desarrollo rural con equidad, de los derechos humanos, de la justicia social y de la inclusión de los excluidos, seguirá siendo una ingenua manifestación de buenas intenciones o, lo que es mucho peor, una vergonzosa y deplorable burla del sufrimiento de los pobres rurales, pues el paternalismo estatal demostró y sigue demostrando que no tiene condiciones de hacerlo.

E-Mails del autor: Polan.Lacki@uol.com.br y Polan.Lacki@onda.com.br



Páginas web: http://www.polanlacki.com.br

y http://www.polanlacki.com.br/agroesp

jueves, 10 de julio de 2008

Lecturas, consecuencias y ‘trofeos’ de la Operación Jaque

Por
Germán Ayala Osorio (Colombia)

“… en nuestro uso diario del lenguaje revelamos la poca disposición a la crítica directa, a decir lo que pensamos con claridad, porque tenemos aversión a la crítica, porque la hemos desterrado. Cuando alguien hace un pensamiento crítico y, con frecuencia, corresponde a la verdad, corremos a decir que es un resentido, un negativo, un envidioso, a quien debemos excluir. Y, de hecho, se le excluye. Se prefiere siempre lo que se tapa con la misma cobija, lo que defiende el <>, lo que concilia.”[1]


El exitoso y aplaudido operativo militar con el cual se logró la liberación de Ingrid Betancourt, de tres norteamericanos y de oficiales y suboficiales tanto de la policía como del ejército, bien merece una revisión en lo que toca a sus efectos político-electorales, si pensamos en las ya cercanas elecciones de 2010.

Ya RCN, el courrier de Palacio, junto a CM& y otros medios, adelantaron resultados de sondeos y encuestas aplicadas en plena efervescencia por el positivo y publicitado resultado de la operación Jaque. El propósito de dichos instrumentos era insistir en varias ideas: que la política de seguridad democrática es exitosa, que las fuerzas militares están ganando la guerra; y que hay un gobierno fuerte que lucha contra el terrorismo. Todas estas ideas confluyen en una sola necesidad: reelegir a Uribe.

Que las empresas mediáticas adeptas al Gobierno aprovechen la coyuntura para insistir en las bondades de perpetuar a Uribe Vélez en el poder es apenas lógico si aceptamos que el actual mandatario es un fenómeno mediático construido con el discurso periodístico-noticioso de unos medios cooptados, al servicio de la causa uribista.

El haberle arrebatado al desarticulado cartel de las Farc cuatro preciados ‘trofeos’, Ingrid y los tres gringos, hace que las audiencias terminen admirando a este Gobierno por el arrojo y por la convicción con la cual viene enfrentando a los criminales de marras. Igualmente, esas mismas audiencias terminan dando gracias al Gobierno, por una obligación constitucional, que antes que agradecerse, debería exigirse: salvaguardar la vida y la honra de los ciudadanos colombianos.

Pasadas las horas de júbilo y efervescencia, bien vale la pena mirar detalles, circunstancias y hacer lecturas a la Operación Jaque, así como un acercamiento a los posibles efectos político-electorales que ésta generará en el mediano y en el corto plazo. He aquí algunas ideas.

Es evidente la compenetración que existe entre el Presidente y los generales de las distintas fuerzas militares y de policía. Este elemento es vital para el proyecto populista de Uribe y su idea de perpetuarse en el poder. Mantener contentos a los militares es una estrategia que les ha funcionado tanto a Uribe como a Chávez, para citar dos ejemplos actuales.

Y es relativamente fácil lograrlo. Existen varias formas de hacerlo: una, comprándoles armamento nuevo; dos, exaltarlos permanentemente; tres, hablar y comprender su lenguaje, especialmente cuando se comparte el concepto de Patria y cuando desde el principio, Uribe señaló que sería el primer soldado de la Patria y que se haría moler por Colombia; y la cuarta, pedir a los jueces, como lo hizo el Presidente en su alocución, que revisen los casos de los militares presos.

El mensaje es claro: en momentos de gloria es inaceptable que haya soldados de la patria retenidos o presos por circunstancias que bien merecen obviarse. Lo anterior se complementa muy bien con la actitud irrespetuosa asumida por el propio Presidente, al desconocer y desafiar, recientemente, el fallo de la Corte Suprema de Justicia, en el marco de la llamada Yidispolítica y la demostrada ilegitimidad del acto legislativo con el cual se dio vida a la reelección.

Es evidente que el discurso guerrerista triunfa y se posiciona, esta vez con una dosis de inteligencia militar, de arrojo, de colaboración externa y de un extremo pragmatismo, si se logra comprobar el uso indebido del logo de la Cruz Roja Internacional en dicha operación. Esta circunstancia también manda un mensaje: es tal el éxito alcanzado, que no hay cabida para más mediaciones, buenos oficios de gobiernos vecinos y de políticos cercanos a las Farc.

Recuperados los ‘trofeos’ de guerra más valiosos, la suerte del resto de los secuestrados queda en manos de unas Farc engañadas, a juzgar por las versiones entregadas por el propio Gobierno y las propias del criminal, alias César.

Es probable que los riesgos tomados y los costos económicos y políticos asumidos en la operación Jaque, no se repitan en el mediano plazo, lo que confirmaría la preferencia del Gobierno por salvar a Ingrid y a los tres norteamericanos, dada la presión ejercida por el Presidente francés y por el impacto político que se logrará en el contexto electoral de los Estados Unidos, pues tres americanos fueron salvados por un Gobierno amigo y cercano al pensamiento de los Republicanos; con ello, se buscará aumentar, o por lo menos mantener, la presencia y la ayuda militar americana en Colombia para acabar con los terroristas de las Farc.

En lo que concierne al ámbito electoral de Colombia, los precandidatos presidenciales deberán desde ya acomodar sus discursos a estas circunstancias, pues gran parte de la capacidad de maniobra de un próximo Gobierno sin Uribe, pasa hoy, más que nunca, por los sables de generales y coroneles del ejército. Así como ayer las Farc hicieron las veces de jefes de debate de los candidatos a la presidencia, hoy, al publicitarse y asegurarse su final, serán los militares los que terminarán inclinando la balanza hacia aquel que hable el discurso castrense. Esto puede resultar especialmente inconveniente para la democracia colombiana, pues la condición civil de un próximo gobierno quedaría supeditada a los caprichos, demandas y presiones de aquellos que exigirán el protagonismo y el reconocimiento que hoy Uribe les está asegurando a las fuerzas militares.

Con el positivo balance de la Operación Jaque, así como la convocatoria y el respaldo multisectorial a la marcha del 20 de julio y el ya evidente respaldo mediático, quedan sepultados los hechos relacionados con la parapolítica, la yidispolítica, el desmesurado gasto público del Gobierno, especialmente en el manejo discrecional que el Presidente le da en sus ya famosos consejos comunales y el choque entre el Gobierno y la Corte Suprema de Justicia. Ante las buenas nuevas, para qué recordar incidentes menores, dirán los colombianos afectos a Uribe.

El feliz regreso a la libertad de los 15 secuestrados no puede borrar la responsabilidad del Estado colombiano que permitió su plagio; y la de las Farc, que los secuestró y los confinó en la selva. De igual manera, no podemos olvidar que la inteligencia militar, la astucia, el uso de equipos de interceptaciones, y las estrategias de engaño usadas hoy, fueron y pueden ser usadas y puestas al servicio de fuerzas oscuras, para eliminar sindicalistas, profesores, periodistas y en general ciudadanos senti pensantes, como diría Alfredo Correa de Andreís (q.e.p.d).

Una reflexión final: en el engaño y en la inteligencia puestas al servicio de la guerra, terminan pareciéndose las fuerzas que hoy combaten en Colombia. Las Farc hicieron alarde, en su momento, del secuestro de los diputados del Valle; hoy, el ejército de Colombia, hace lo mismo: los infiltramos y engañamos, gritaba con alborozo el general Montoya. Mayor y real será la inteligencia de los guerreros de bando y bando, si reconocen que la vida de los no combatientes, cualquiera sea el ideal que defiendan, está por encima del siempre discutido sueño de alcanzar la gloria en el campo batalla.

[1] Emilio Yunis Turbay. ¿Por qué somos así? Editorial Bruna, 2006. p.205.